Uno cuando escucha hablar del Hotel Palace de Madrid inmediatamente se le viene a la cabeza el glamour de las estrellas de cine paseando por sus pasillos, el frenético ir y venir de periodistas y políticos la noche del intento de golpe de estado o la maravillosa cúpula de su salón principal. De hecho, la mayor parte de gente viene a comer, cenar o tomar un café bajo ella sin imaginarse que cruzando esta, se encuentra uno de los mejores restaurantes asiáticos de Madrid.
Se trata de un salón diáfano para unos 60 comensales, donde la decoración estilo cantonés es una joya en sí mismo. Olvidaros de los gatos balanceando la pata y de las cascadas en movimiento. Aquí vais a encontrar un restaurante ambientado con un gusto exquisito y nada recargado. No dejéis de fijaros en la isla central del salón con preciosos jarrones de porcelana china y las lámparas colgantes encima de las mesas.
En cuanto a los platos, olvidar también el concepto de comida china al que estamos acostumbrados (cocina que por otra parte se asemeja poco a la que realmente se come allí). El Asia Gallery es un lugar de alta cocina cantonesa y pekinesa cuya variedad es casi infinita. La carta es un fiel reflejo de ello, haciendo un amplio recorrido por múltiples recetas de aquellas tierras. Es cierto que, como casi en todos los restaurantes asiáticos, es algo extensa lo cual puede provocar cierto aturullamiento a la hora de pedir (al menos a mí me pasa). Pero para eso estamos aquí, para intentar allanaros el camino.
Para empezar yo os recomendaría las Vieiras al vapor con jengibre y vermicelli, muy suaves y ligeramente picantes. También podéis probar los Rollitos crujientes de langostinos con salsa de ciruela. Otra buenísima opción es la selección de los Dim Sum.
Adentrándonos en los segundos, si preferís carne podéis decantaros por el pollo salteado con anacardos y vino de arroz, el cual da al plato un sabor ligeramente afrutado. Otras buenas opciones son el Pollo al curry verde y leche de coco, Solomillo de buey estilo Szechuan picante o si preferís rascaros más el bolsillo el Pato Lacado estil Pekín.
Pero si os decantáis por alimentaros del mar, pedir sin dudarlo Bacalao Negro al horno marinado en miso. El bacalao es de primera calidad, está en su punto de cocción y el miso le otorga el salazón y picor justo. También aparecen en el plato ajetes encurtidos y puré de calabaza o melocotón (según se tercie) que enriquecen y armonizan el plato.
Respecto a los postres deciros que ofrece una oferta muy occidentalizada pero de calidad. La cocina asiática es cierto que no se ha caracterizado nunca por el mundo del dulce, pero este restaurante salva esta parte de la carta de una forma notable. En este sentido, os recomendaría la tarta de queso y frutos rojos o el coulant de chocolate. Pero siéndoos sinceros, no esperéis grandes sorpresas.
Resumiendo, se trata de un excelente y bonito restaurante que trabaja con una materia prima de gran calidad, en un enclave único y con un gran servicio, donde podréis disfrutar de la siempre sorprendente cocina china en sus cotas más altas. Eso sí, ya os adelanto que todo tiene un precio. Pero el entorno lo merece. Disfrutarlo.
Precio medio por persona (con descuento en El Tenedor): 45€