La verdad es que pocas veces uno se encuentra propuestas tan originales, conceptuales y, sobre todo, económicas como la que Welkhome Club nos presenta. Este local situado en la C/Esquinza 15 (muy cerca de la plaza de Colón en Madrid) sorprende desde el momento que llegas a la puerta, donde hay una pantalla táctil en la que tienes que confirmar si tienes o no reserva para que se te permita el acceso. Una vez dentro, te encuentras con un espacio diáfano y absolutamente ecléctico, donde en cada rincón se genera un ambiente diferente a través de una decoración y un mobiliario moderno, informal y divertido.
La segunda cosa que te sorprende es el modo de pedir. Aquí el código qr, tan en boga actualmente por la pandemia, está ya pasado de moda. Te facilitan una Tablet con la carta de comida y bebida para que hagas tu correspondiente pedido que va directamente a cocina. En su defecto, he de decir que quizá es poco intuitiva, lo cual puede ralentizaros algo a la hora de mandar la comanda, más allá de que hay que incluir tu correo electrónico para poder ejecutarla (ya sabéis, estrategias de fidelización) y así convertiros en “Anfitrión” y optar por los precios más económicos.
En tercer lugar, algo nunca visto. La bebida te la sirven al peso. Si, como lo escucháis, al peso. Por ejemplo, si queréis un vino, ellos te descorchan la botella, te la pesan en una báscula delante de ti y tú te vas sirviendo. Si la bebes entera, te cobran el precio que figura en carta, si no te la bebes entera, te la vuelven a pesar cobrándote la proporción tomada en basa al precio de la botella entera. Es decir, pagareis exactamente por la bebida que toméis.
Hablando ya de la comida, el formato de la misma está basado en el concepto de pequeños bocados o tapas y bocadillos tipo molletes, estéticamente muy bien presentados y con sabores que recorren la gastronomía de todo el planeta: cocina asiática, magrebí, mexicana, venezolana, italiana, española, etc. También ofrecen ensaladas y existen opciones para los vegetarianos y veganos. Por último, un aspecto a reseñar es que gran parte del producto es de proximidad, abasteciéndose de pequeños proveedores de la Comunidad de Madrid.
Pues vamos a empezar. Como entrantes os vamos a recomendar los Nacholitos. Una vuelta de tuerca a los tradicionales nachos, donde aparte de algunos elementos tradicionales como el queso, los totopos y el cilantro, aparecen otros no tan habituales como el secreto ibérico a baja temperatura (se deshace en boca), la salsa de mostaza y miel y los filamentos de chile que le aportan un toque picante. Después podéis optar por los raviolis al vapor rellenos de bonito fresco, albahaca, polvo de kimchi, lima y canónigos. Se trata de un bocado lleno de sabor y refrescante. Otra buena opción son los FrankGehrytos, saquitos ahumados con una mezcla que nunca falla, cecina, queso de cabra, nueces, manzana y menta. Pero si no sabéis por cual decantaros, podéis elegir el Combo molón compuesto por una selección de varias de estas tapas.
De segundo, nos adentramos en el maravilloso mundo del mollete en su versión más sofisticada. Los hay de diferentes tamaños con pan siempre crujiente. También hay variantes tipo bao o tacos igual de interesantes. Las posibilidades son variadas y todas estupendas, así que os aconsejo que os dejéis llevar. En cualquier caso, el Guasón XL relleno de carrillera con la sorprendente salsa de guasacaca (salsa venezolana a base de aguacate, cilantro, pimiento verde, cebolla, ají, ajo y otras especias) es espectacular. El mollete de cordero con salsa de mostaza antigua y mayonesa de menta está también riquísimo. Por último, los picones son Baos esponjosos rellenos de secreto ibérico y calabacín, aderezados por un excelente mojo picón.
Y para terminar de comer, no dejéis de pedir el Quésame Mucho, una tulipa de queso crema, queso viejo y nata montada. El sabor y la potencia del queso se realza de una manera sorprendente en la boca gracias a la baja temperatura del plato. Por último, si queréis comer algo realmente distinto, probar el helado de cactus. Alguno pensaréis que está riquísimo, otros diréis que sabe a ambientador. Yo todavía estoy decidiéndome.
Pero aquí no acaba la cosa, ya que si queréis culminar la velada con una copa podéis hacerlo sin problemas. Eso sí, ya os anticipo que las marcas comerciales aquí no se llevan. En este sentido, tuve la oportunidad de probar un gin tonic con la ginebra Monti hecha en Los Molinos (Madrid). Sin palabras…y por supuesto, cobrado al peso.
Como punto a mejorar, la carta de vinos, aunque novedosa, buena y asequible, quizá se queda algo corta en cuanto a la oferta.
Precio medio por persona: 25€
Muy buena elección… sorprendente en todo!! La carta demasiado amplia para elegir rápido pero de los platos que nos decantamos, no sabría con cuál quedarme!! Muy, muy rico todo!!
Tendré que volver para probar platos diferentes y alguna de las bebidas no comerciales que había. Me quede con las ganas pero beber y conducir, no es compatible.
Aunque sin duda, lo mejor de la velada, la compañía 😜
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¡Hola Sara!.
Muchísimas gracias por tu comentario. Me alegro de que te gustara y, sobre todo, de haberte hecho descubrir este sorprendente restaurante. Seguro que volveremos pronto, sin coches de por medio y pandemia mediante, a probar más platos y algún que otro gin tonic.
Un besazo.
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¡Una recomendación acertadísima!
Estuve la semana pasada cenando y tengo que decir que fue una experiencia genial. Seguimos las recomendaciones que nos dabais en el blog y la verdad es que los plantos que indicabais estaban buenísimos. Muy, muy curioso eso de la bebida al peso. Sorprendente.
La decoración del sitio también muy destacable y sobre todo el servicio que fue genial. No pudieron ser más agradables!!
Muchas gracias por esta recomendación!! Volveremos!!
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Muchísimas gracias a ti por el comentario. Me alegro de que siguieras nuestras recomendaciones y disfrutarais tanto del sitio como de su oferta gastronómica. La verdad es que es un sitio muy…distinto en todos los sentidos. Seguro que nos encontramos por allí en la próxima.
Un saludo.
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Cuando leí la reseña en el blog despertó toda mi curiosidad. Llegue al restaurante con las expectativas muy altas y las superaron todas.
La comida original, el espacio precioso, la bebida riquísima y el personal muy amable.
Ponerle el punto final a la cena con un gintonic de Monti fue el mejor cierre a la noche.
Gracias por la recomendación, espero tu próxima reseña para probar sitios nuevos.
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Hola Belén,
Me alegra mucho que te gustara el restaurante y superara las expectativas con las que ibas. La verdad es que para mí también fue todo un descubrimiento porque pocos sitios pueden ofrecerte una oferta tan completa en cuanto a carta, bebida, espacio, trato profesional y amable, etc. Y si, coincido contigo. La Monti es simple y llanamente espectacular.
Un abrazo y muchas gracias por tus comentarios.
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